La experiencia y adaptación de los hermanos de niños especiales.
Agradezco los hermosos comentarios que me inspiran a seguir escribiendo de Greduard Romero y Nelly Ramos, dedico la columna a las personas que recientemente estuvieron de cumpleaños: Leibniz Mateo, y en el día de hoy a Mishell González, de manera muy especial esta columna va dedicada a mi sobrina Caromy Caleb, a quien Dios ha premiado con sabiduría, el pasado viernes tuvimos el honor de estar presente en su graduación de colegio en el Auditorio del Instituto Cultural Dominico Americano, logrando los máximos honores y dos medallas de reconocimiento, así como el discurso de de agradecimiento en nombre de los graduandos, día memorable para toda mi familia, pues con apenas sus 16 años ya está también en la universidad estudiando Ingeniería Química, y también en su primer cuatrimestre obtener las calificaciones más altas, que Dios te bendiga y te permita seguir desarrollando todos tus talentos al servicio de los demás.
Hoy continuando con el tema de los niños especiales: la experiencia y adaptación de los hermanos de estos niños especiales.
Sensaciones de resentimiento: El resentimiento es un sentimiento fuerte, frecuentemente expresado por hermanos y hermanas de personas con discapacidades, y muy difícilmente pasa desapercibido para los padres. Una forma de resentimiento ocurre cuando un niño percibe que su hermano/a con necesidades especiales recibe una mayor cuota emocional y aún financiera que los demás. Los hermanos y hermanas también manifiestan su resentimiento cuando a los niños con discapacidad además de sobreprotegerlos, se les permiten conductas inaceptables en los otros miembros de la familia. Una fuente de resentimiento, a menudo no tenida en cuenta, es el fallo de la familia en la planificación del futuro para el niño con necesidades especiales. Cuando los padres no comparten con los hijos la planificación del futuro de este niño, surge posiblemente el resentimiento. Si un hermano no está incluido en esta planificación, muchos adultos con discapacidad tendrán tutores sin preparación, ya sea práctica o emocionalmente, para manejar estas nuevas responsabilidades.
La próxima semana finalizaremos esta parte del tema para adentrarnos en la experiencia de un regalo especial, los hermanos con discapacidades y cómo podemos crecer a través de ellos.
Les dejo una frase bíblica para recordar: "Y tomó un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mi; y el que a mí me recibe, no me recibe a mi sino al Padre que me envió" San Marcos 9,37.
Feliz resto de la semana y muchas bendiciones,
Marisol