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Dedico la columna de hoy a las personas que recientemente estuvieron de cumpleaños: Marvin Cuschieri, Elena Beskinskaya, Yasmery Jáquez, Heidy Pérez, y en el día de hoy Sergio A. Pérez y Gabriel Colle para todos ellos muchas bendiciones.. Agradezco los hermosos comentarios que me inspiran a escribir de: Nelly Ramos, Robert Sánchez, Gloria Peralta, Wendy Florencio, los seguidores de Facebook: Martin Rafael Goncalvez, Andrés Paulino, Marilyn Polanco, Delfina Adolf y Ruth Ángela Durán. Me uno al dolor de las familias Reyes Tejada, Tejada Camacho por el fallecimiento de Dona María Camacho Vda. Tejada en especial a mis primas Ginette, Eileen y Giselle por la partida de su abuela, paz a sus restos y fortaleza para todos nuestros familiares.
Hoy continuamos con el tema de la conducta y su importancia en el Desarrollo Social. Desde este punto es importante indicar que la conducta y el comportamiento tienen una base genética pero también influyen en ella el medio ambiente externo que nos rodea. Si el ambiente es óptimo podremos desarrollar nuestras potencialidades y si el ambiente es difícil no podremos desarrollar nuestras habilidades en su máxima capacidad y obtendremos un mínimo de desarrollo de nuestro potencial.
En este proceso influye mucho la maduración, que es el conjunto de procesos de crecimiento del sistema central nervioso, que nos proveerá un soporte para asimilar nuevas conductas. Si los factores genéticos y el ambiente están dentro de unos límites normales, los procesos madurativos van a seguir un curso predecible, pero pueden verse afectados notablemente por la interferencia a consecuencia de incidencias que perturben algunos de los citados factores, como por ejemplo la muerte de uno o ambos padres o la madre en los primero años del niño, la separación física de sus padres o tutores o la división familiar por un divorcio. Por eso es importante que se maneje cuidado estas situaciones y si es necesario buscar ayuda psicológica para los niños en este difícil proceso.
Los procesos madurativos se inician desde temprana edad, pero donde su desarrollo incide para siempre en nuestras vidas es partir de los 3 a los 4 años, una edad sumamente importante para el desarrollo de nuestro aprendizaje, en los que influirá mucho la escuela y nuestro entorno o medio ambiente. De ahí la importancia de la selección de la institución educativa para los niños en estos primeros años, porque afectará directamente el aprendizaje, la incorporación de la conducta y el comportamiento, cuyo desarrollo dependerá de los métodos de estimulación que harán posible este aprendizaje.
La próxima semana continuaremos con este importante tema y los métodos de aprendizaje del comportamiento y la conducta humana en nuestro desarrollo social.
Mi reflexión personal de esta semana, trata sobre lo que he llamado los saboteadores de nuestra felicidad. Me imagino que se harán muchas preguntas, no son más que los obstáculos que nosotros mismo ponemos a nuestra felicidad. Me refiero a que a veces toda marcha también es nuestras vidas, que comenzamos a decir pero esto será verdad y ahí empezamos a dudar, y en otras ocasiones pedimos a Dios una petición, que nos conceda un empleo, una familia, una vivienda, o algo que necesitamos, pasa el tiempo y seguimos orando sin darnos cuenta que hace tiempo Dios contestó nuestras oraciones, solo que lo que pedimos no llega exactamente en el empaque que esperamos. En la homilía de este domingo el Sacerdote Lucas Lafleur, Párroco de la Iglesia Divino Nino Jesús, hacía hincapié, en que sino estamos dispuestos amar y a perdonar, llegará un momento en que nos quedaremos solo. Y sino aprendemos que la felicidad se encuentra en nuestro interior, no entenderemos que todo lo que pasa o nos llega es para nuestro crecimiento y propio bienestar. Un buen empleo o una posición laboral generalmente se logran empezando de cero en una empresa y se va escalando, una familia se logra disfrutando de lo bello de cada ser humano, pero aceptando que cada parte bella va también acompañada de una parte no tan agradable. Nunca estaremos totalmente preparados y nunca existirá un momento adecuado, a veces lo único que necesitamos para alcanzar nuestra felicidad es confiar en Dios, respirar y decidirnos a ser felices con lo que tenemos, pues si no fuera así no existiría en el diccionario la palabra héroes, heroínas y valientes. Y hoy les pregunto que esperamos para ser felices.
Les dejo una frase bíblica para meditar del evangelio de este domingo: «Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama». Evangelio según San Lucas, capitulo 7, versículo 47.
Saquen un tiempecito y escuchen esta hermosa canción con tremendo mensaje, de la cantante cristiana Patty Tamares, con el titulo He Visto, cuyas palabras dice lo siguiente: he visto cadenas romperse, montanas moverse, he visto las enfermedades desaparecerse, he visto los yugos pudrirse, he visto barreras caerse, he visto a Dios en tus problemas siempre detenerse y moverse, yo he visto a Dios quitar tristeza y poner su alegría. Yo he visto que a los moribundos también les da vida. He visto que quita el dolor, lo he visto sanar mis heridas. He visto y sé que en tus dilemas Dios es solución, Dios es la salida. He visto que cuando lo alabo el derrama su gloria y que cuando su pueblo clama El le da la victoria, que en pruebas y dificultades su iglesia nunca deja sola. Yo he visto a Dios reírse cuando su pueblo lo adora. He visto a Dios hacer posible lo que es imposible a la mente humana. También en medio del desierto lo he visto dar agua, ponerlo donde a Él le agrada, responder cuando tu lo llamas. Yo he visto decir a Dios decir presente cuando con fe sus hijos claman, entren a este link con derecho de autor que encontré en una página pública: www.youtube.com/watch?v=jo7rhSuCxe4
Feliz resto de la semana y muchas bendiciones,
Marisol
