NIñOS CON CONDICIONES ESPECIALES SINDROME DE DOWN
Hola a tod@:
Dedico la columna a las personas que recientemente estuvieron de cumpleaños: Don Odalis Rodríguez mentor de esta columna, Jean De Liz que llegue a Brasil donde reside este mensaje. Agradezco los hermosos comentarios que me inspiran a seguir escribiendo de Mariluz Vargas, Luis Medina, y los mensajes y detalles de muchos de ustedes por motivo del día de la amistad y el amor, bendiciones para todos.
Hoy iniciamos el tema de niños con condiciones especiales Síndrome de Down, el artículo que trataremos en las próximas semanas es una colaboración de una madre de una pequeña con esta condición especial seguidora de nuestra columna, y a quien agradecemos sus valiosos aportes.
El Síndrome de Down es una anomalía ocasionada por la presencia de un cromosoma extra del par 21 en las células del organismo, por eso se le llama también trisomia 21. El síndrome fue definido por el Sr. John Langdon Down en 1866 y la anomalía cromosómica fue identificada por el Profesor Jerome Lejeune en 1859.
La anomalía cromosómica origina alteraciones del desarrollo y funcionamiento de diversos órganos. La afectación del cerebro es la causa de la discapacidad intelectual, pero la intensidad con que se manifiestan estas alteraciones es altamente variable de una persona a otra.
La frecuencia de aparición del Síndrome de Down oscila alrededor de uno por cada 1,000 nacimientos. En España por ejemplo hay alrededor de 32,000 personas con Síndrome de Down.
La semana próxima hablaremos sobre los programas de salud y de atención psicoeducativa que permitirán a los padres incorporar a estos niños maravillosos a la sociedad, descubrir y desarrollar las múltiples habilidades que poseen estas personas muy especiales, un regalo y bendición de Dios para toda su familia.
Les dejo con una frase bíblica para meditar: "Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha renegado de la fe y es peor que el no cree. Primera Timoteo, Capitulo 5, versículo 8.
Feliz resto de la semana y muchas bendiciones,
Marisol