Continuando con la importancia del amor del padre para el desarrollo psico-emocional de los niños

Hola a tod@s:

Dedico la columna de hoy a las personas que recientemente estuvieron de cumpleaños: Crhistian Dahlhoff, Nahum Ordóñez, mi tía Juana Núñez de Hernández, Ruperto Torres, Heric Báez, Albania Ruiz, Elisabeth Wong, Chiarina Zárate, Albania Ruiz, Alexandra Inoa, Fernando Carreira, Paul Clissold, Argie Almonte y en el día de hoy Takor B. Takor, Narsingh Agrawal, Mariluz Jáquez, Melvin Vargas y Gertrudis Fernández. Agradezco los hermosos comentarios que me inspiran a escribir de: Miguel Conde, Yisell Yangüela, y los seguidores de Facebook: Andrés Paulino, María Reyes y María del Mar Pérez, para todos los seguidores de esta columna muchas bendiciones.

Hoy continuando con el tema de la clasificación  del amor, hablaremos de la importancia del amor del padre para el desarrollo psico-emocional de los niños, basado en el importante libro el Arte de Amar, del reconocido psicoanalista Erich Fromm. Las actitudes del padre y de la madre hacia el niño y la niña  corresponden a las propias necesidades de este. El infante necesita el amor incondicional y el cuidado de la madre, tanto fisiológica como psíquicamente.

Después de los seis años el niño y la niña comienzan a necesitar el amor del padre, su autoridad y su guía. La función de la madre es darle seguridad en la vida; la del padre, enseñarle, guiarlo en la solución de los problemas que le plantea la sociedad particular en la que ha nacido.

En el caso ideal, el amor de la madre no trata de impedir que el niño y la niña crezcan, no intenta hacer una virtud de la des-validez. La madre debe tener fe en la vida, y por ende, no ser exageradamente ansiosa y no contagiar al niño y la niña su ansiedad. Querer que el niño y la niña se tornen independientes y llegue a separarse de ella debe ser parte de su vida.

El amor paterno debe regirse por principios y expectativas, debe ser paciente y tolerante, no amenazador y autoritario. Debe darle al niño y la niña que crece un sentido cada vez mayor de la competencia, y oportunamente permitirle ser su propia autoridad y dejarle ser, para que eventualmente en su madurez, llegue un momento ya hombre que pueda cuidar de sí mismo y a la vez se convierta el hijo en su propio padre y su propia madre, es decir lograr que el hijo y la hija tengan una conciencia de rol materno y del rol paterno.

La semana próxima hablaremos de la importancia de la conciencia materna y paterna en el ser humano, para lograr su salud y madurez mental, lo cual será básico para aprender amar.

Mi reflexión personal de esta semana, tiene que ver con la décima sexta lección  de vida, autoría del Sr. Miguel José Moya, a la que agregaré mis sugerencias. La lección # 16: El espíritu es el mismo, diversidad de dones y carismas pero es un mismo Dios. Los dones del Espíritu Santo son siete: la sabiduría, el don de la inteligencia, don del consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Todos los carismas del Espíritu de Dios, son para ayudarnos, para fortalecer nuestra debilidad, que Dios nos da para ponerlos al servicio de la comunidad. Les exhorto a descubrir esos carismas y dones especiales que poseen y utilizarlos para guiar con la sabiduría, o con la inteligencia, o a través del consejo, o para fortalecer, quizás para enseñar, para tener piedad y compasión por los necesitados y con temor de Dios para obrar basando nuestra vida en principios y valores, y antes de realizar una acción preguntarnos si Jesucristo en nuestro lugar actuaria igual. Al final y lo más importante es compartir y poner estos dones a la disposición de la comunidad, porque de nada nos sirve poseerlos sino lo manifestamos a otros. Dios es el mismo hoy y siempre, y a través de sus dones nos pide que cambiemos nuestra vida y transformemos la vida de otros.

Les dejo una frase bíblica para meditar: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. I Corintios 12, 5-7.

Entren a este link con derecho de autor que encontré en una página pública, la hermosa canción El Espíritu de Dios está en este lugar, cuyas letras dicen: El Espíritu de Dios está en este lugar, El Espíritu de Dios se mueve en este lugar, está aquí para consolar, está aquí para liberar, está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está aquí, muévete en mi, toca mi mente y mi corazón, llena mi vida de tu amor, muévete en mi, Dios Espíritu, muévete en mi (se repite varias veces)  entre a este link: http://www.youtube.com/watch?v=CWemWR_0JzY

Feliz resto de la semana y muchas bendiciones,

Marisol