Mi reflexión personal de esta semana: Vivir plenamente en el tiempo presente. Hacernos consciente del momento actual, disfrutando todo lo que tenemos, siendo conscientes de los colores, texturas y sensaciones. Aprovechar el tiempo para estar presente con nuestros seres queridos, apoyarlos y estar disponible cuando nos necesiten, reír juntos, llorar juntos y encontrar soluciones a los problemas juntos. Decirle a nuestros problemas que Dios es grande y que siempre hay una solución, sin afanarnos tanto por el día de mañana, que cada día trae su propio afán y su propia solución, así que no hay razón para afanarnos y preocuparnos, sino que lo que tenemos que hacer es ocuparnos, accionar y pone todo en manos de Dios.