Edición especial del mes de febrero sobre el amor y en la reflexión personal de esta semana: vive tus días con amor

Mi reflexión personal de esta semana, vive tus días con amor, al final de la vida lo único que tiene verdadero valor es el amor y las relaciones, quedando en un segundo plano el dinero, la belleza, y demás aspectos superfluos a los que a veces le damos prioridades, recibí un interesante artículo que resume de manera simple este tema, de la autoría de la enfermera Bronnie Ware, quien atiende a pacientes terminales y me pareció tan interesante que lo comparto: Ella indica lo siguiente: “Durante muchos años he trabajado en cuidados paliativos, algunas veces compartimos momentos increíblemente especiales al estar con ellos durante las últimas semanas de sus vidas. Las personas crecen mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Cuando alguien les preguntaba acerca de los arrepentimientos que tenían o acerca de cualquier cosa que hubieran hecho de manera diferente, casi siempre surgían los mismos temas. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida siendo fiel a mis sueños, no a la vida que otros esperaban de mí: Cuando las personas se dan cuenta que su vida está a punto de terminar, pueden mirar atrás con claridad y es fácil ver cuántos sueños no han sido realizados. La mayoría de la gente no había cumplido aún ni la mitad de sus sueños e iban a morir sabiendo que esto se debía, a las elecciones que habían o no habían hecho durante su vida. Es muy importante que trates de realizar al menos algunos de tus sueños durante la vida, ya que en el momento en que se pierde la salud, es demasiado tarde. La salud nos trae una libertad que muy pocos nos damos cuenta antes de perderla. Me gustaría haber sido más feliz: Este es uno sorprendentemente común. Muchas personas no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una opción. Han permanecido estancados en viejos patrones y hábitos. El conocido confort o familiaridad se sobrepuso a sus vidas tanto física como emocionalmente. El miedo al cambio les dejó haciendo creer a otros, y a ellos mismos, que eran felices, pero cada vez las risas y las tonterías tardaban más tiempo en aparecer en sus vidas. Cuando uno está en su lecho de muerte, lo que otros piensan de ti es algo que uno deja de pensar. ¡Qué maravilloso es ser capaz de dejar ir las cosas y ser capaz de sonreír, mucho antes de saber que te estás muriendo. La vida es una elección, la que estamos vivienda día a día es nuestra vida. Elijamos conscientemente, elijamos sabiamente y elijamos honestamente, les exhorto a que elijamos la felicidad por encima de todas nuestras circunstancias.