Para llegar a la cima se necesita un corazón humilde: La cima implica un extraordinario espíritu, mientras más tribulación más valor para el espíritu. Para llegar a la cima tenemos que estar conscientes que se requiere humildad, paciencia, perseverancia, porque mientras más difícil sea la cuesta más gratificante para nosotros serán nuestros logros, si queremos llegar a la cima preparémonos para las dificultades, porque todo aquello que tiene valor en nuestras vidas, no será fácil de obtener, requiere esfuerzo, y en ese proceso, nuestro ser va creciendo, madurando y aprendiendo que las dificultades son parte de las enseñanzas de Dios  y de los aprendizajes y lecciones que la vida nos da para nuestro crecimiento espiritual y personal. Y al final cuando logremos nuestras metas aprenderemos que fueron justamente esas dificultades los que hicieron posible muchos de nuestros sueños, así que les exhorto a que seamos valientes, porque Dios estará con nosotros a donde quiera que se dirijan nuestros pasos.